1 Syyrian kuninkaan sotapäällikkö Naaman oli arvossa pidetty mies ja kuninkaansa suosiossa, sillä Herra oli käyttänyt häntä aseenaan pelastaessaan Syyrian sen vihollisilta. Naaman oli mahtava soturi mutta sairasti spitaalia.

2 Kun syyrialaiset kerran olivat Israelissa ryöstöretkellä, he toivat sieltä mukanaan pienen tytön, joka sitten joutui Naamanin vaimon palvelijaksi.

4 Naaman meni kuninkaansa puheille ja kertoi, mitä israelilaistyttö oli sanonut.

9 Naaman tuli hevosineen ja vaunuineen ja pysähtyi Elisan talon oven eteen.

14 Niin hän meni Jordanille ja kastautui joessa seitsemän kertaa, niin kuin Jumalan mies oli määrännyt. Silloin hänen ihonsa tuli lapsen ihon kaltaiseksi, ja hän oli taas puhdas.

1 NAAMAN, general del ejército del rey de Siria, era gran varón delante de su señor, y en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvamento á la Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.

2 Y de Siria habían salido cuadrillas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel una muchacha; la cual sirviendo á la mujer de Naamán,

3 Dijo á su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.

4 Y entrando Naamán á su señor, declaróselo, diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.

5 Y díjole el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré letras al rey de Israel. Partió pues él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.

6 Tomó también letras para el rey de Israel, que decían así: Luego en llegando á ti estas letras, sabe por ellas que yo envío á ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.

7 Y luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe á mí á que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.

8 Y como Eliseo, varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió á decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora á mí, y sabrá que hay profeta en Israel.

9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y paróse á las puertas de la casa de Eliseo.

10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve, y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.

11 Y Naamán se fué enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano, y tocará el lugar, y sanará la lepra.

12 Abana y Pharphar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y volvióse, y fuése enojado.

13 Mas sus criados se llegaron á él, y habláronle, diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la hicieras? ¿cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?

14 El entonces descendió, y zambullóse siete veces en el Jordán, conforme á la palabra del varón de Dios: y su carne se volvió como la carne de un niño, y fué limpio.