1 "Naquele dia uma fonte jorrará para os descendentes de Davi e para os habitantes de Jerusalém, para purificá-los do pecado e da impureza.

2 "Naquele dia eliminarei da terra de Israel os nomes dos ídolos, e nunca mais serão lembrados", diz o Senhor dos Exércitos. "Removerei da terra tanto os profetas como o espírito imundo.

3 E se alguém ainda profetizar, seu próprio pai e sua mãe lhe advertirão: ‘Você tem que morrer porque disse mentiras em nome do Senhor’. Quando ele profetizar, os seus próprios pais o esfaquearão.

4 "Naquele dia todo profeta se envergonhará de sua visão profética. Não usará o manto de profeta feito de pele, para enganar.

5 Ele dirá: ‘Eu não sou profeta. Sou um homem do campo; a terra tem sido o meu sustento desde a minha mocidade’.

6 Se alguém lhe perguntar: ‘Que feridas são estas no seu corpo? ’, ele responderá: ‘Eu fui ferido na casa de meus amigos’.

7 "Levante-se, ó espada, contra o meu pastor, contra o meu companheiro! ", declara o Senhor dos Exércitos. "Fira o pastor, e as ovelhas se dispersarão, e voltarei minha mão para os pequeninos.

8 Na terra toda, dois terços serão ceifados e morrerão; todavia a terça parte permanecerá", diz o Senhor.

9 "Colocarei essa terça parte no fogo, e a refinarei como prata, e a purificarei como ouro. Ela invocará o meu nome, e eu lhe responderei. É o meu povo, direi; e ela dirá: ‘O Senhor é o meu Deus’. "

1 En aquel tiempo habrá manantial abierto para la Casa de David y para los moradores de Jerusalén, contra el pecado y contra la inmundicia.

2 Y será en aquel día, dice el SEÑOR de los ejércitos, que talaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más vendrán en memoria; y también haré talar de la tierra a los profetas, y al espíritu de inmundicia.

3 Y será que cuando alguno más profetizare, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre del SEÑOR; y su padre y su madre que lo engendraron, le traspasarán cuando profetizare.

4 Y será en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más se vestirán de manto velloso para mentir

5 Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, porque esto aprendí del hombre desde mi juventud.

6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son éstas que tienes en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en Casa de mis amigos.

7 Oh espada, despiértate sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dijo el SEÑOR de los ejércitos. Hiere al pastor, y se derramarán las ovejas; y tornaré mi mano sobre los chiquitos.

8 Y acontecerá en toda la tierra, dijo el Señor, que las dos partes serán taladas en ella, y se perderán; y la tercera quedará en ella.

9 Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: El SEÑOR es mi Dios.