1 Mutta saatana nousi Israelia vastaan ja yllytti Daavidin laskemaan Israelin.
4 Kuitenkin kuninkaan sana velvoitti Jooabia, ja niin Jooab lähti ja kierteli koko Israelin. Sitten hän tuli Jerusalemiin.
5 Ja Jooab ilmoitti Daavidille kansan lasketun lukumäärän: koko Israelissa oli yksitoistasataa tuhatta sotakuntoista miekkamiestä, ja Juudassa oli neljäsataa seitsemänkymmentä tuhatta miekkamiestä.
6 Mutta Leevistä ja Benjaminista hän ei pitänyt katselmusta yhdessä muiden kanssa, sillä kuninkaan käsky oli Jooabille kauhistus.
7 Mutta tämä asia oli Jumalan silmissä paha, ja hän löi Israelia.
14 Niin Herra antoi ruton tulla Israeliin, ja Israelista kaatui seitsemänkymmentä tuhatta miestä.
16 Kun Daavid nosti silmänsä ja näki Herran enkelin seisovan maan ja taivaan välillä, kädessänsä paljastettu miekka ojennettuna Jerusalemin yli, lankesivat Daavid ja vanhimmat, säkkeihin verhottuina, kasvoillensa.
18 Silloin Herran enkeli käski Gaadin sanoa Daavidille, että Daavid menisi pystyttämään Herralle alttarin jebusilaisen Ornanin puimatantereelle.
19 Ja Daavid meni sen sanan mukaan, jonka Gaad oli Herran nimeen puhunut.
20 Ja kun Ornan kääntyi, näki hän enkelin, ja hänen neljä poikaansa piiloutui; sillä Ornan oli puimassa nisuja.
21 Mutta Daavid meni Ornanin luo, ja kun Ornan katsahti ylös ja näki Daavidin, lähti hän puimatantereelta ja kumartui Daavidin eteen kasvoilleen maahan.
25 Niin Daavid antoi Ornanille siitä paikasta kuudensadan sekelin painon kultaa.
26 Ja Daavid rakensi sinne alttarin Herralle ja uhrasi polttouhreja ja yhteysuhreja, ja kun hän huusi Herraa, vastasi Herra tulella, jonka hän lähetti taivaasta polttouhrialttarille.
27 Ja Herra käski enkelin pistää miekkansa tuppeen.
28 Siihen aikaan kun Daavid näki, että Herra oli kuullut häntä jebusilaisen Ornanin puimatantereella, uhrasi hän siellä.
29 Mutta Herran asumus, jonka Mooses oli teettänyt erämaassa, ja polttouhrialttari olivat siihen aikaan Gibeonin uhrikukkulalla.
30 Eikä Daavid rohjennut mennä Jumalan eteen etsimään häntä, sillä hän oli peljästynyt Herran enkelin miekkaa.
1 MAS Satanás se levantó contra Israel, é incitó á David á que contase á Israel.
2 Y dijo David á Joab y á los príncipes del pueblo: Id, contad á Israel desde Beer-seba hasta Dan, y traedme el número de ellos para que yo lo sepa.
3 Y dijo Joab: Añada Jehová á su pueblo cien veces otros tantos. Rey señor mío, ¿no son todos estos siervos de mi señor? ¿para qué procura mi señor esto, que será pernicioso á Israel?
4 Mas el mandamiento del rey pudo más que Joab. Salió por tanto Joab, y fué por todo Israel; y volvió á Jerusalem, y dió la cuenta del número del pueblo á David.
5 Y hallóse en todo Israel que sacaban espada, once veces cien mil; y de Judá cuatrocientos y setenta mil hombres que sacaban espada.
6 Entre estos no fueron contados los Levitas, ni los hijos de Benjamín, porque Joab abominaba el mandamiento del rey.
7 Asimismo desagradó este negocio á los ojos de Dios, é hirió á Israel.
8 Y dijo David á Dios: He pecado gravemente en hacer esto: ruégote que hagas pasar la iniquidad de tu siervo, porque yo he hecho muy locamente.
9 Y habló Jehová á Gad, vidente de David, diciendo:
10 Ve, y habla á David, y dile: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo.
11 Y viniendo Gad á David, díjole: Así ha dicho Jehová:
12 Escógete, ó tres años de hambre; ó ser por tres meses deshecho delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te alcance; ó por tres días la espada de Jehová y pestilencia en la tierra, y que el ángel de Jehová destruya en todo el término de Israel: mira pues qué he de responder al que me ha enviado.
13 Entonces David dijo á Gad: Estoy en grande angustia: ruego que yo caiga en la mano de Jehová; porque sus misericordias son muchas en extremo, y que no caiga yo en manos de hombres.
14 Así Jehová dió pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres.
15 Y envió Jehová el ángel á Jerusalem para destruirla: pero estando él destruyendo, miró Jehová, y arrepintióse de aquel mal,
16 Y alzando David sus ojos, vió al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo un espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalem. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de sacos.
17 Y dijo David á Dios: ¿No soy yo el que hizo contar el pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; mas estas ovejas, ¿qué han hecho? Jehová Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no haya plaga en tu pueblo.
18 Y el ángel de Jehová ordenó á Gad que dijese á David, que subiese y construyese un altar á Jehová en la era de Ornán Jebuseo.
19 Entonces David subió, conforme á la palabra de Gad que le había dicho en nombre de Jehová.
20 Y volviéndose Ornán vió el ángel; por lo que se escondieron cuatro hijos suyos que con él estaban. Y Ornán trillaba el trigo.
21 Y viniendo David á Ornán, miró éste, y vió á David: y saliendo de la era, postróse en tierra á David.
22 Entonces dijo David á Ornán: Dame este lugar de la era, en que edifique un altar á Jehová, y dámelo por su cabal precio, para que cese la plaga del pueblo.
23 Y Ornán respondió á David: Tómalo para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le pareciere: y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para el presente: yo lo doy todo.
24 Entonces el rey David dijo á Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio: porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.
25 Y dió David á Ornán por el lugar seiscientos siclos de oro por peso.
26 Y edificó allí David un altar á Jehová, en el que ofreció holocaustos y sacrificios pacíficos, é invocó á Jehová, el cual le respondió por fuego de los cielos en el altar del holocausto.
27 Y como Jehová habló al ángel, él volvió su espada á la vaina.
28 Entonces viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán Jebuseo, sacrificó allí.
29 Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el alto de Gabaón:
30 Mas David no pudo ir allá á consultar á Dios, porque estaba espantado á causa de la espada del ángel de Jehová.