2 Onhan Booas, jonka palvelijattarien kanssa olit, sukulaisemme; katso, hän viskaa tänä yönä ohria puimatantereella.
3 Niin peseydy nyt ja voitele itsesi ja pukeudu ja mene puimatantereelle; mutta älä näyttäydy hänelle, ennenkuin hän on syönyt ja juonut.
6 Niin hän meni alas puimatantereelle ja teki aivan niin, kuin hänen anoppinsa oli häntä käskenyt.
7 Ja kun Booas oli syönyt ja juonut, tuli hänen sydämensä iloiseksi, ja hän meni maata viljakasan ääreen. Ja Ruut tuli hiljaa ja nosti peitettä hänen jalkojensa kohdalta ja pani siihen maata.
8 Puoliyön aikana mies säikähti ja kumartui eteenpäin; ja katso, nainen makasi hänen jalkapohjissaan.
11 Ja nyt, tyttäreni, älä pelkää; kaiken, mitä sanot, teen minä sinulle. Sillä minun kansani portissa jokainen tietää sinut kunnialliseksi naiseksi.
12 Totta on, että minä olen sinun sukulunastajasi, mutta on vielä toinen sukulunastaja, joka on läheisempi kuin minä.
1 Y DIJOLE su suegra Noemi: Hija mía, ¿no te tengo de buscar descanso, que te sea bueno?
2 ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas mozas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas.
3 Te lavarás pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, pasarás á la era; mas no te darás á conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.
4 Y cuando él se acostare, repara tú el lugar donde él se acostará, é irás, y descubrirás los pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
5 Y le respondió: Haré todo lo que tú me mandares.
6 Descendió pues á la era, é hizo todo lo que su suegra le había mandado.
7 Y como Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, retiróse á dormir á un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y descubrió los pies, y acostóse.
8 Y aconteció, que á la media noche se estremeció aquel hombre, y palpó: y he aquí, la mujer que estaba acostada á sus pies.
9 Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Ruth tu sierva: extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.
10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; que has hecho mejor tu postrera gracia que la primera, no yendo tras los mancebos, sean pobres ó ricos.
11 Ahora pues, no temas, hija mía: yo haré contigo lo que tú dijeres, pues que toda la puerta de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.
12 Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo.
13 Reposa esta noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa pues hasta la mañana.
14 Y después que reposó á sus pies hasta la mañana, levantóse, antes que nadie pudiese conocer á otro. Y él dijo: No se sepa que haya venido mujer á la era.
15 Después le dijo: Llega el lienzo que traes sobre ti, y ten de él. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y púsoselas á cuestas: y vínose ella á la ciudad.
16 Así que vino á su suegra, ésta le dijo: ¿Qué pues, hija mía? Y declaróle ella todo lo que con aquel varón le había acontecido.
17 Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dió, diciéndome: Porque no vayas vacía á tu suegra.
18 Entonces Noemi dijo: Reposa, hija mía, hasta que sepas como cae la cosa: porque aquel hombre no parará hasta que hoy concluya el negocio.