38 Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra encima.
38 Jesus, gemendo outra vez em si mesmo, foi ao túmulo; era este uma gruta, a cuja entrada estava posta uma pedra.
38 Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra encima.
38 Jesus, gemendo outra vez em si mesmo, foi ao túmulo; era este uma gruta, a cuja entrada estava posta uma pedra.