8 Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre;
8 Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre:
8 Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre;
8 Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre: