3 Solo pisé el lagar, y de los pueblos nadie fue conmigo. Los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensucié todas mis ropas.

4 Porque el día de la venganza está en mi corazón; y el año de mis redimidos es venido.

5 Miré, pues, y no había quien ayudase, y abominé que no hubiese quien me sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira.

6 Y hollé los pueblos con mi ira, y los embriagué de mi furor; y derribé a tierra su fortaleza.