4 Pero cuando se manifestó la bondad del Salvador nuestro Dios, y su amor para con los hombres,

5 no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;

6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesús, el Cristo, nuestro Salvador,