1 Oli yhdeksäs vuosi, kymmenennen kuun kymmenes päivä, ja minulle tuli tämä Herran sana:

4 Lisää keittolihat, kaikki hyvät palat, reidet ja lavat. Lisää mehukkaat luut,

5 ota parasta lampaanlihaa. Lado padan alle puut ja keitä lihat, keitä lihat ja luut.

6 Sillä näin sanoo Herra Jumala: -- Voi kaupunkia, joka on veressä, voi pataa, joka on ruosteessa eikä ruosteestaan pääse! Ota lihat pala palalta pois, arpomatta, valikoimatta.

7 Kaupunki on veren tahraama. Se vuodatti veren kalliolle, se ei vuodattanut sitä maahan pölyn peitettäväksi.

8 Siksi minä vihastuin ja päätin rangaista kaupunkia. Minä vuodatan sen oman veren paljaalle kalliolle, niin ettei se peity.

9 Näin sanoo Herra Jumala: -- Voi veren tahraamaa kaupunkia! Minäkin tuon lisää puita,

10 ladon niitä päällekkäin ja sytytän tulen. Keitän lihat pehmeiksi, keitän liemen kuiviin, niin että luut palavat karrelle.

11 Ja tyhjän padan minä jätän tulelle, että se kuumenisi ja alkaisi hehkua, että sen kuona sulaisi, ruoste palaisi pois.

12 Turhaa kaikki! Pata on paksussa ruosteessa, tuli ei siihen pysty.

13 Sinä, yltä päältä saastainen, et liastasi puhdistunut, vaikka minä sinua puhdistin. Puhdas ja saastaton sinusta tulee vasta sitten, kun puran vihani sinuun.

15 Minulle tuli tämä Herran sana:

18 Minä puhuin aamulla kansalle, ja illalla vaimoni kuoli. Seuraavana aamuna tein saamani käskyn mukaan,

22 Silloin te teette niin kuin minä nyt teen. Te ette peitä kasvojanne ettekä syö suruleipää,

23 te pidätte päähineen päässä ja kengät jalassa, te ette itke ettekä järjestä valittajaisia vaan riudutte syntienne tähden ja huokaatte omissa oloissanne.

24 Hesekiel on teille merkkinä: niin kuin hän tekee, niin teette myös te. Kun se tapahtuu, te tiedätte, että minä olen Herra, Jumala.

26 sinä päivänä saapuu luoksesi eräs pakoon päässyt ja kertoo sinulle kaiken tämän.

1 Y FUÉ á mí palabra de Jehová en el noveno año, en el mes décimo, á los diez del mes, diciendo:

2 Hijo del hombre, escríbete el nombre de este día: el rey de Babilonia se puso sobre Jerusalem este mismo día.

3 Y habla á la casa de rebelión por parábola, y diles: Así ha dicho el Señor Jehová: Pon una olla, ponla, y echa también en ella agua:

4 Junta sus piezas en ella; todas buenas piezas, pierna y espalda; hínchela de huesos escogidos.

5 Toma una oveja escogida; y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; coced también sus huesos dentro de ella.

6 Pues así ha dicho el Señor Jehová: ­Ay de la ciudad de sangres, de la olla no espumada, y cuya espuma no salió de ella! Por sus piezas, por sus piezas sácala; no caiga sobre ella suerte.

7 Porque su sangre fué en medio de ella: sobre una piedra alisada la puso; no la derramó sobre la tierra para que fuese cubierta con polvo.

8 Habiendo, pues, hecho subir la ira para hacer venganza, yo pondré su sangre sobre la dura piedra, para que no sea cubierta.

9 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: ­Ay de la ciudad de sangres! Pues también haré yo gran hoguera,

10 Multiplicando la leña, encendiendo el fuego, para consumir la carne, y hacer la salsa; y los huesos serán quemados:

11 Asentando después la olla vacía sobre sus brasas, para que se caldee, y se queme su fondo, y se funda en ella su suciedad, y se consuma su espuma.

12 En fraude se cansó, y no salió de ella su mucha espuma. En fuego será su espuma consumida.

13 En tu suciedad perversa padecerás: porque te limpié, y tú no te limpiaste de tu suciedad: nunca más te limpiarás, hasta que yo haga reposar mi ira sobre ti.

14 Yo Jehová he hablado; vendrá, y harélo. No me tornaré atrás, ni tendré misericordia, ni me arrepentiré: según tus caminos y tus obras te juzgarán, dice el Señor Jehová.

15 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:

16 Hijo del hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deseo de tus ojos: no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.

17 Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios: ata tu bonete sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de hombres.

18 Y hablé al pueblo por la mañana, y á la tarde murió mi mujer: y á la mañana hice como me fué mandado.

19 Y díjome el pueblo: ¿No nos enseñarás qué nos significan estas cosas que tú haces?

20 Y yo les dije: Palabra de Jehová fué á mí, diciendo:

21 Di á la casa de Israel: Así ha dicho el Señor Dios: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestra fortaleza, el deseo de vuestros ojos, y el regalo de vuestra alma: vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, caerán á cuchillo.

22 Y haréis de la manera que yo hice: no os cubriréis con rebozo, ni comeréis pan de hombres;

23 Y vuestros bonetes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies: no endecharéis ni lloraréis, sino que os consumiréis á causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros.

24 Ezequiel pues os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis: en viniendo esto, entonces sabréis que yo soy el Señor Jehová.

25 Y tú, hijo del hombre, el día que yo quitaré de ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deseo de sus ojos, y el cuidado de sus almas, sus hijos y sus hijas,

26 Este día vendrá á ti un escapado para traer las nuevas.

27 En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el escapado, y hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.