1 Sitten Jeesus puhui väkijoukolle ja opetuslapsilleen:

3 Tehkää siis niin kuin he sanovat ja noudattakaa heidän opetustaan. Älkää kuitenkaan ottako oppia heidän teoistaan, sillä he puhuvat yhtä ja tekevät toista.

4 He köyttävät kokoon raskaita ja hankalia taakkoja ja sälyttävät ne ihmisten kannettaviksi, mutta itse he eivät halua niitä sormellaankaan liikauttaa.

5 Kaiken minkä tekevät he tekevät vain siksi, että heidät huomattaisiin. He käyttävät leveitä raamatunlausekoteloita ja panevat viittaansa isot tupsut,

6 he istuvat pidoissa mielellään kunniapaikalla ja synagogassa etumaisilla istuimilla

7 ja ovat hyvillään, kun ihmiset toreilla tervehtivät heitä ja kutsuvat heitä rabbiksi.

9 Älkää myöskään kutsuko isäksi ketään, joka on maan päällä, sillä vain yksi on teille isä, hän, joka on taivaissa.

10 Älkää antako kutsua itseänne oppimestariksi, sillä teillä on vain yksi mestari, Kristus.

11 Joka teistä on suurin, se olkoon toisten palvelija.

12 Sillä joka itsensä korottaa, se alennetaan, mutta joka itsensä alentaa, se korotetaan.

17 Te sokeat typerykset! Kumpi on tärkeämpi, kulta vai temppeli, joka sen kullan pyhittää?

18 Te sanotte myös: 'Jos vannoo alttarin kautta, se ei merkitse mitään, mutta jos vannoo alttarille pannun uhrilahjan kautta, vala on sitova.'

19 Te sokeat! Kumpi on tärkeämpi, uhrilahja vai alttari, joka lahjan pyhittää?

20 Se, joka vannoo alttarin kautta, vannoo sekä alttarin että kaiken sen päällä olevan kautta,

21 ja se, joka vannoo temppelin kautta, vannoo samalla hänen kauttaan, jonka asuinpaikka se on.

22 Niin myös se, joka vannoo taivaan kautta, vannoo Jumalan valtaistuimen kautta ja hänen kauttaan, joka sillä istuu.

24 Te sokeat oppaat! Hyttysen te siivilöitte, mutta nielaisette kamelin!

26 Sinä sokea fariseus, puhdista malja ensin sisältä, muuten sitä ei saada ulkopuoleltakaan puhtaaksi!

28 Samalla tavoin tekin olette hurskaita ulkonaisesti, ihmisten silmissä, mutta sisältä täynnä teeskentelyä ja vääryyttä.

30 ja sanotte: 'Jos me olisimme eläneet isiemme aikana, emme olisi heidän kanssaan tahranneet käsiämme profeettojen vereen.'

31 Näin te kuitenkin itse tunnustatte olevanne niiden jälkeläisiä, jotka murhasivat profeetat.

32 Jatkakaa toki isienne tapaan, kunnes mitta on täysi!

33 Te käärmeet, te kyykäärmeitten sikiöt! Miten te voisitte välttää kadotustuomion?

35 Näin te tulette syypäiksi kaikkeen viattomaan vereen, joka maan päällä on vuodatettu, hurskaan Abelin verestä aina Sakarjan, Barakjan pojan, vereen asti, hänen, jonka te tapoitte temppelin ja alttarin välille.

36 Totisesti: tämä sukupolvi joutuu vielä vastaamaan tästä kaikesta!

38 Kuulkaa siis: teidän temppelinne on jäävä asujaansa vaille.

1 ENTONCES habló Jesús á las gentes y á sus discípulos,

2 Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los Fariseos:

3 Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardad lo y haced lo; mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen.

4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover.

5 Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;

6 Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas;

7 Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres Rabbí, Rabbí.

8 Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.

9 Y vuestro padre no llaméis á nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos.

10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.

12 Porque el que se ensalzare, será humillado; y el que se humillare, será ensalzado.

13 Mas ­ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni á los que están entrando dejáis entrar.

14 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque coméis las casas de las viudas, y por pretexto hacéis larga oración: por esto llevaréis mas grave juicio.

15 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno doble más que vosotros.

16 Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Cualquiera que jurare por el templo es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es.

17 Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, ó el templo que santifica al oro?

18 Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es.

19 Necios y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, ó el altar que santifica al presente?

20 Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;

21 Y el que jurare por el templo, jura por él, y por Aquél que habita en él;

22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquél que está sentado sobre él.

23 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro.

24 Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello!

25 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque limpiais lo que está de fuera del vaso y del plato; mas de dentro están llenos de robo y de injusticia.

26 Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio!

27 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes á sepulcros blanqueados, que de fuera, á la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad.

28 Así también vosotros de fuera, á la verdad, os mostráis justos á los hombres; mas de dentro, llenos estáis de hipocresía é iniquidad.

29 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,

30 Y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas.

31 Así que, testimonio dais á vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron á los profetas.

32 Vosotros también henchid la medida de vuestros padres!

33 Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno?

34 Por tanto, he aquí, yo envío á vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, á unos mataréis y crucificaréis, y á otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad:

35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Barachîas, al cual matasteis entre el templo y el altar.

36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

37 Jerusalem, Jerusalem, que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! ­cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!

38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.

39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.