1 Seitsemännessä kuussa, kuukauden kahdentenakymmenentenä ensimmäisenä päivänä tuli profeetta Haggain kautta tämä Herran sana:
3 Kuka teidän joukossanne on jäljelle jäänyt, joka on nähnyt tämän temppelin sen entisessä kunniassa? Ja miltä näyttää se teistä nyt? Eikö se ole tyhjän veroinen teidän silmissänne?
4 Mutta nyt ole luja, Serubbaabel, sanoo Herra, ja ole luja, Joosua, Joosadakin poika, ylimmäinen pappi, ja ole luja, maan koko kansa, sanoo Herra, ja tehkää työtä; sillä minä olen teidän kanssanne, sanoo Herra Sebaot.
5 Sen liiton sana, jonka minä tein teidän kanssanne, kun te läksitte Egyptistä, ja minun Henkeni pysyy teidän keskellänne. Älkää peljätkö.
6 Sillä näin sanoo Herra Sebaot: Vielä vähän aikaa, ja minä liikutan taivaat ja maan, meren ja kuivan.
7 Ja minä liikutan kaikki pakanakansat, ja kaikkien pakanakansojen kalleudet tulevat, ja minä täytän tämän temppelin kunnialla, sanoo Herra Sebaot.
8 Minun on hopea, ja minun on kulta, sanoo Herra Sebaot.
10 Yhdeksännen kuun kahdentenakymmenentenä neljäntenä päivänä, Daarejaveksen toisena vuotena, tuli profeetta Haggain kautta tämä Herran sana:
15 Ja nyt ottakaa vaari, kuinka käy tästä päivästä lähtien eteenpäin. Kun ei vielä oltu pantu kiveä kiven päälle Herran temppelissä,
16 sitä ennen, mentiin kahdenkymmenen mitan viljakasalle, mutta oli vain kymmenen; mentiin viinikuurnalle ammentamaan viisikymmentä mittaa, mutta oli kaksikymmentä.
17 Minä löin teitä, kaikkia teidän kättenne töitä, nokitähkällä ja viljanruosteella ja rakeilla, mutta ei kenkään teistä kääntynyt minun puoleeni, sanoo Herra.
18 Ottakaa vaari, kuinka käy tästä päivästä lähtien eteenpäin, yhdeksännen kuun kahdennestakymmenennestä neljännestä päivästä, Herran temppelin perustamispäivästä, lähtien. Ottakaa vaari!
20 Ja Herran sana tuli toistamiseen Haggaille kuukauden kahdentenakymmenentenä neljäntenä päivänä; se kuului:
22 Ja minä kukistan kuningaskuntien valtaistuimet, hävitän pakanain kuningaskuntien väkevyyden ja kukistan vaunut ajajineen; ja hevoset ja niiden ratsastajat kaatuvat, mies toisensa miekkaan.
1 EN el mes séptimo, á los veinte y uno del mes, fué palabra de Jehová por mano del profeta Haggeo, diciendo:
2 Habla ahora á Zorobabel hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y á Josué hijo de Josadac, gran sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo:
3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
4 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también Josué, hijo de Josadac, gran sacerdote; y cobra ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y obrad: porque yo soy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.
5 Según el pacto que concerté con vosotros a vuestra salida de Egipto, así mi espíritu estará en medio de vosotros: no temáis.
6 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí á poco aun haré yo temblar los cielos y la tierra, y la mar y la seca:
7 Y haré temblar á todas las gentes, y vendrá el Deseado de todas las gentes; y henchiré esta casa de gloria, ha dicho Jehová de los ejércitos.
8 Mía es la plata, y mío el oro, dice Jehová de los ejércitos.
9 La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
10 A veinticuatro del noveno mes, en el segundo año de Darío, fué palabra de Jehová por mano del profeta Haggeo, diciendo:
11 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora á los sacerdotes acerca de la ley, diciendo:
12 Si llevare alguno las carnes sagradas en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare el pan, ó la vianda, ó el vino, ó el aceite, ú otra cualquier comida, ¿será santificado? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: No.
13 Y dijo Haggeo: Si un inmundo á causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de éstas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será.
14 Y respondió Haggeo y dijo: Así es este pueblo, y esta gente, delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
15 Ahora pues, poned vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pusiesen piedra sobre piedra en el templo de Jehová,
16 Antes que fuesen estas cosas, venían al montón de veinte hanegas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros del lagar, y había veinte.
17 Os herí con viento solano, y con tizoncillo, y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis á mí, dice Jehová.
18 Pues poned ahora vuestro corazón desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento al templo de Jehová; poned vuestro corazón.
19 ¿Aun no está la simiente en el granero? ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de la oliva ha todavía florecido: mas desde aqueste día daré bendición.
20 Y fué segunda vez palabra de Jehová á Haggeo, á los veinticuatro del mismo mes, diciendo:
21 Habla á Zorobabel, gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra;
22 Y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza del reino de las gentes; y trastornaré el carro, y los que en él suben; y vendrán abajo los caballos, y los que en ellos montan, cada cual por la espada de su hermano.
23 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel, hijo de Sealtiel, siervo mío, dice Jehová, y ponerte he como anillo de sellar: porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos.