1 Sitten he lähtivät, koko Israelin kansa, liikkeelle Eelimistä ja tulivat Siinin erämaahan, joka on Eelimin ja Siinain välillä, toisen kuun viidentenätoista päivänä siitä, kun he olivat lähteneet Egyptin maasta.

2 Ja koko Israelin kansa napisi Moosesta ja Aaronia vastaan erämaassa;

10 Ja kun Aaron oli puhunut tämän koko Israelin seurakunnalle, kääntyivät he erämaahan päin, ja katso, Herran kunnia näkyi pilvessä.

11 Ja Herra puhui Moosekselle sanoen:

12 Minä olen kuullut israelilaisten napinan. Puhu heille ja sano: Iltahämärässä teillä on oleva lihaa syödäksenne, ja huomenna on teillä leipää yltäkyllin; niin te tulette tietämään, että minä olen Herra, teidän Jumalanne.

13 Ja illalla tuli viiriäisiä, ja ne peittivät leirin, ja aamulla laskeutui kastesumu leirin ympärille.

14 Ja kun kastesumu oli haihtunut, katso, erämaassa oli maan pinnalla jotakin hienoa, suomujen tapaista, jotakin hienoa niinkuin härmä.

17 Ja israelilaiset tekivät niin, ja he kokosivat, yksi enemmän, toinen vähemmän.

18 Mutta kun he mittasivat sen goomer-mitalla, niin ei sille jäänyt liikaa, joka oli koonnut enemmän, eikä siltä puuttunut, joka oli koonnut vähemmän; jokainen oli koonnut niin paljon, kuin hän tarvitsi.

20 Mutta he eivät kuulleet Moosesta, vaan muutamat jättivät siitä jotakin huomiseksi. Niin siihen kasvoi matoja, ja se rupesi haisemaan; ja Mooses vihastui heihin.

21 Ja he kokosivat sitä joka aamu sen verran, kuin kukin tarvitsi; mutta kun aurinko alkoi paahtaa, niin se suli.

22 Mutta kuudentena päivänä he kokosivat sitä leipää kaksinkertaisesti, kaksi goomeria kullekin. Ja kaikki kansan päämiehet tulivat ja ilmoittivat sen Moosekselle.

24 Ja he panivat sen talteen huomiseksi, niinkuin Mooses oli käskenyt, eikä se ruvennut haisemaan, eikä siihen tullut matoja.

27 Kuitenkin muutamat kansasta lähtivät seitsemäntenä päivänä kokoamaan sitä, mutta he eivät löytäneet mitään.

30 Ja kansa lepäsi seitsemäntenä päivänä.

31 Ja Israelin heimo antoi sille nimen manna. Ja se oli valkean korianderinsiemenen kaltaista ja maistui hunajakakulta.

34 Ja Aaron asetti sen talteen lain arkin eteen, niinkuin Herra oli Moosekselle käskyn antanut.

35 Ja israelilaiset söivät mannaa neljäkymmentä vuotta, kunnes he tulivat asuttuun maahan; he söivät mannaa siihen asti, kunnes tulivat Kanaanin maan rajalle. -

36 Goomer on kymmenesosa eefaa.

1 Y PARTIENDO de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.

2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;

3 Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud.

4 Y Jehová dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no.

5 Mas al sexto día aparejarán lo que han de encerrar, que será el doble de lo que solían coger cada día.

6 Entonces dijo Moisés y Aarón á todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto:

7 Y á la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; que nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?

8 Y dijo Moisés: Jehová os dará á la tarde carne para comer, y á la mañana pan en hartura; por cuanto Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él: que nosotros, ¿qué somos? vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.

9 Y dijo Moisés á Aarón: Di á toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos á la presencia de Jehová; que él ha oído vuestras murmuraciones.

10 Y hablando Aarón á toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová, que apareció en la nube.

11 Y Jehová habló á Moisés, diciendo:

12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y por la mañana os hartaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.

13 Y venida la tarde subieron codornices que cubrieron el real; y á la mañana descendió rocío en derredor del real.

14 Y como el rocío cesó de descender, he aquí sobre la haz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una helada sobre la tierra.

15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos á otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.

16 Esto es lo que Jehová ha mandado: Cogereis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

17 Y los hijos de Israel lo hicieron así: y recogieron unos más, otros menos:

18 Y medíanlo por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco: cada uno recogió conforme á lo que había de comer.

19 Y díjoles Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.

20 Mas ellos no obedecieron á Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y pudrióse; y enojóse contra ellos Moisés.

21 Y recogíanlo cada mañana, cada uno según lo que había de comer: y luego que el sol calentaba, derretíase.

22 En el sexto día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno: y todos los príncipes de la congregación vinieron á Moisés, y se lo hicieron saber.

23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová: lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano.

25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado de Jehová: hoy no hallaréis en el campo.

26 En los seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará.

27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día á recoger, y no hallaron.

28 Y Jehová dijo á Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

29 Mirad que Jehová os dió el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día.

30 Así el pueblo reposó el séptimo día.

31 Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.

32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Henchirás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, á fin de que vean el pan que yo os dí á comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.

33 Y dijo Moisés á Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.

34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó á Moisés.

35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada: maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán.

36 Y un gomer es la décima parte del epha.