2 Ja nyt on teidän kuninkaanne käyvä teidän edellänne, kun minä olen tullut vanhaksi ja harmaaksi-ovathan jo minun poikani teidän keskellänne. Mutta minä olen käynyt teidän edellänne nuoruudestani tähän päivään asti.

7 Astukaa nyt esiin, minä haastan teidät tuomiolle Herran edessä kaikista Herran vanhurskaista teoista, jotka hän on teille ja teidän isillenne tehnyt.

8 Kun Jaakob oli tullut Egyptiin, huusivat teidän isänne Herraa, ja Herra lähetti Mooseksen ja Aaronin viemään teidän isänne pois Egyptistä ja sijoittamaan heidät tähän paikkaan.

9 Mutta he unhottivat Herran, Jumalansa. Silloin hän myi heidät Siiseran, Haasorin sotapäällikön, käsiin ja filistealaisten käsiin ja Mooabin kuninkaan käsiin, ja nämä sotivat heitä vastaan.

10 Niin he huusivat Herraa ja sanoivat: 'Me olemme syntiä tehneet, kun hylkäsimme Herran ja palvelimme baaleja ja astarteja; mutta vapauta nyt meidät vihollistemme käsistä, niin me palvelemme sinua'.

11 Ja Herra lähetti Jerubbaalin, Bedanin, Jeftan ja Samuelin ja vapautti teidät ympärillä asuvain vihollistenne käsistä, niin että saitte asua turvassa.

12 Mutta kun te näitte Naahaan, ammonilaisten kuninkaan, hyökkäävän teitä vastaan, sanoitte te minulle: 'Ei, vaan kuningas hallitkoon meitä', vaikka Herra, teidän Jumalanne, on kuninkaanne.

13 Tässä on nyt kuningas, jonka te valitsitte ja jota anoitte: katso, Herra on antanut teille kuninkaan.

14 Jos te pelkäätte Herraa ja palvelette häntä, kuulette hänen ääntänsä ettekä niskoittele hänen käskyjänsä vastaan, niin te seuraatte Herraa, Jumalaanne, sekä te että kuningas, joka teitä hallitsee.

15 Mutta jollette kuule Herran ääntä, vaan niskoittelette hänen käskyjänsä vastaan, niin Herran käsi on oleva teitä vastaan, niinkuin oli myös teidän isiänne vastaan.

16 Astukaa nyt esiin ja katsokaa tätä suurta tekoa, jonka Herra tekee teidän silmienne edessä.

18 Ja Samuel huusi Herraa, ja Herra antoi ukkosenjylinän ja sateen sinä päivänä. Ja kaikki kansa pelkäsi suuresti Herraa ja Samuelia.

21 Älkää poiketko seuraamaan turhia jumalia, joista ei ole hyötyä eikä apua, sillä turhia ne ovat.

22 Suuren nimensä tähden Herra ei hylkää kansaansa, koska Herra on tahtonut tehdä teidät omaksi kansaksensa.

23 Ja pois se minusta, että tekisin sen synnin Herraa vastaan, että lakkaisin rukoilemasta teidän puolestanne ja opettamasta teille hyvää ja oikeata tietä.

24 Peljätkää vain Herraa ja palvelkaa häntä uskollisesti kaikesta sydämestänne. Sillä katsokaa, kuinka suuria hän on teille tehnyt.

1 Y DIJO Samuel á todo Israel: He aquí, yo he oído vuestra voz en todas las cosas que me habéis dicho, y os he puesto rey.

2 Ahora pues, he aquí vuestro rey va delante de vosotros. Yo soy ya viejo y cano: mas mis hijos están con vosotros, y yo he andado delante de vosotros desde mi mocedad hasta este día.

3 Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, ó si he tomado el asno de alguno, ó si he calumniado á alguien, ó si he agraviado á alguno, ó si de alguien he tomado cohecho por el cual haya cubierto mis ojos: y os satisfaré.

4 Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado, ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre.

5 Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no habéis hallado en mi mano cosa ninguna. Y ellos respondieron: Así es.

6 Entonces Samuel dijo al pueblo: Jehová es quien hizo á Moisés y á Aarón, y que sacó á vuestros padres de la tierra de Egipto.

7 Ahora pues, aguardad, y yo os haré cargo delante de Jehová de todas las justicias de Jehová, que ha hecho con vosotros y con vuestros padres.

8 Después que Jacob hubo entrado en Egipto y vuestros padres clamaron á Jehová, Jehová envió á Moisés y á Aarón, los cuales sacaron á vuestros padres de Egipto, y los hicieron habitar en este lugar.

9 Y olvidaron á Jehová su Dios, y él los vendió en la mano de Sísara capitán del ejército de Asor, y en la mano de los Filisteos, y en la mano del rey de Moab, los cuales les hicieron guerra.

10 Y ellos clamaron á Jehová, y dijeron: Pecamos, que hemos dejado á Jehová, y hemos servido á los Baales y á Astaroth: líbranos pues ahora de la mano de nuestros enemigos, y te serviremos.

11 Entonces Jehová envió á Jero-baal, y á Bedán, y á Jephté, y á Samuel, y os libró de mano de vuestros enemigos alrededor, y habitasteis seguros.

12 Y habiendo visto que Naas rey de lo hijos de Ammón venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino rey reinará sobre nosotros; siendo vuestro rey Jehová vuestro Dios.

13 Ahora pues, ved aquí vuestro rey que habéis elegido, el cual pedisteis; ya veis que Jehová ha puesto sobre vosotros rey.

14 Si temiereis á Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes á la palabra de Jehová, así vosotros como el rey que reina sobre vosotros, seréis en pos de Jehová vuestro Dios.

15 Mas si no oyereis la voz de Jehová, y si fuereis rebeldes á las palabras de Jehová, la mano de Jehová será contra vosotros como contra vuestros padres.

16 Esperad aún ahora, y mirad esta gran cosa que Jehová hará delante de vuestros ojos.

17 ¿No es ahora la siega de los trigos? Yo clamaré á Jehová, y él dará truenos y aguas; para que conozcáis y veáis que es grande vuestra maldad que habéis hecho en los ojos de Jehová, pidiéndoos rey.

18 Y Samuel clamó á Jehová; y Jehová dió truenos y aguas en aquel día; y todo el pueblo temió en gran manera á Jehová y á Samuel.

19 Entonces dijo todo el pueblo á Samuel: Ruega por tus siervos á Jehová tu Dios, que no muramos: porque á todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir rey para nosotros.

20 Y Samuel respondió al pueblo: No temáis: vosotros habéis cometido todo este mal; mas con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servid á Jehová con todo vuestro corazón:

21 No os apartéis en pos de las vanidades, que no aprovechan ni libran, porque son vanidades.

22 Pues Jehová no desamparará á su pueblo por su grande nombre: porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo.

23 Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes yo os enseñaré por el camino bueno y derecho.

24 Solamente temed á Jehová, y servidle de verdad con todo vuestro corazón, porque considerad cuán grandes cosas ha hecho con vosotros.

25 Mas si perseverareis en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis.