2 Hänen olisi parempi, että myllynkivi pantaisiin hänen kaulaansa ja hänet heitettäisiin mereen, kuin että hän viettelee yhden näistä pienistä.
3 Pitäkää itsestänne vaari! Jos sinun veljesi tekee syntiä, niin nuhtele häntä, ja jos hän katuu, anna hänelle anteeksi.
7 Jos jollakin teistä on palvelija kyntämässä tai paimentamassa, sanooko hän tälle tämän tullessa pellolta: 'Käy heti aterialle'?
8 Eikö hän pikemminkin sano hänelle: 'Valmista minulle ateria, vyöttäydy ja palvele minua, sillä aikaa kuin minä syön ja juon; ja sitten syö ja juo sinä'?
9 Ei kaiketi hän kiitä palvelijaa siitä, että tämä teki, mitä oli käsketty?
11 Ja kun hän oli matkalla Jerusalemiin, kulki hän Samarian ja Galilean välistä rajaa.
12 Ja hänen mennessään erääseen kylään kohtasi häntä kymmenen pitalista miestä, jotka jäivät seisomaan loitommaksi;
15 Mutta yksi heistä, kun näki olevansa parannettu, palasi takaisin ja ylisti Jumalaa suurella äänellä
16 ja lankesi kasvoilleen hänen jalkojensa juureen ja kiitti häntä; ja se mies oli samarialainen.
23 Ja teille sanotaan: 'Katso, tuolla hän on!' 'Katso, täällä!' Älkää menkö sinne älkääkä juosko perässä.
24 Sillä niinkuin salaman leimaus loistaa taivaan äärestä taivaan ääreen, niin on Ihmisen Poika päivänänsä oleva.
25 Mutta sitä ennen pitää hänen kärsimän paljon ja joutuman tämän sukupolven hyljittäväksi.
26 Ja niinkuin kävi Nooan päivinä, niin käy myöskin Ihmisen Pojan päivinä:
27 he söivät, joivat, naivat ja menivät miehelle, aina siihen päivään asti, jona Nooa meni arkkiin; ja vedenpaisumus tuli ja hukutti heidät kaikki.
28 Niin myös, samoin kuin kävi Lootin päivinä: he söivät, joivat, ostivat, myivät, istuttivat ja rakensivat,
29 mutta sinä päivänä, jona Loot lähti Sodomasta, satoi tulta ja tulikiveä taivaasta, ja se hukutti heidät kaikki,
30 samoin käy sinä päivänä, jona Ihmisen Poika ilmestyy.
31 Sinä päivänä älköön se, joka katolla on ja jolla on tavaransa huoneessa, astuko alas niitä noutamaan; ja älköön myös se, joka pellolla on, palatko takaisin.
32 Muistakaa Lootin vaimoa!
33 Joka tahtoo tallettaa elämänsä itselleen, hän kadottaa sen; mutta joka sen kadottaa, pelastaa sen.
34 Minä sanon teille: sinä yönä on kaksi miestä yhdellä vuoteella; toinen korjataan talteen, ja toinen jätetään.
36
1 Y A SUS discípulos dice: Imposible es que no vengan escándalos; mas ay de aquél por quien vienen!
2 Mejor le fuera, si le pusiesen al cuello una piedra de molino, y le lanzasen en el mar, que escandalizar á uno de estos pequeñitos.
3 Mirad por vosotros: si pecare contra ti tu hermano, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.
4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere á ti, diciendo, pésame, perdónale.
5 Y dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
6 Entonces el Señor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diréis á este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecerá.
7 ¿Y quién de vosotros tiene un siervo que ara ó apacienta, que vuelto del campo le diga luego: Pasa, siéntate á la mesa?
8 ¿No le dice antes: Adereza qué cene, y arremángate, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come tú y bebe?
9 ¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado? Pienso que no.
10 Así también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos, porque lo que debíamos hacer, hicimos.
11 Y aconteció que yendo él á Jerusalem, pasaba por medio de Samaria y de Galilea.
12 Y entrando en una aldea, viniéronle al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos,
13 Y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros.
14 Y como él los vió, les dijo: Id, mostraos á los sacerdotes. Y aconteció, que yendo ellos, fueron limpios.
15 Entonces uno de ellos, como se vió que estaba limpio, volvió, glorificando á Dios á gran voz;
16 Y derribóse sobre el rostro á sus pies, dándole gracias: y éste era Samaritano.
17 Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpios? ¿Y los nueve dónde están?
18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria á Dios sino este extranjero?
19 Y díjole: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
20 Y preguntado por los Fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia;
21 Ni dirán: Helo aquí, ó helo allí: porque he aquí el reino de Dios entre vosotros está.
22 Y dijo á sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
23 Y os dirán: Helo aquí, ó helo allí. No vayáis, ni sigáis.
24 Porque como el relámpago, relampagueando desde una parte de debajo del cielo, resplandece hasta la otra debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
25 Mas primero es necesario que padezca mucho, y sea reprobado de esta generación.
26 Y como fué en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre.
27 Comían, bebían, los hombres tomaban mujeres, y las mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó á todos.
28 Asimismo también como fué en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
29 Mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó á todos:
30 Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará.
31 En aquel día, el que estuviere en el terrado, y sus alhajas en casa, no descienda á tomarlas: y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.
32 Acordaos de la mujer de Lot.
33 Cualquiera que procurare salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la perdiere, la salvará.
34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.
35 Dos mujeres estarán moliendo juntas: la una será tomada, y la otra dejada.
36 Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.
37 Y respondiendo, le dicen: ¿Dónde, Señor? Y él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allá se juntarán también las águilas.