Raiva
26 Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;
27 Ni deis lugar al diablo.
10 Ciertamente la soberbia parirá contienda: Mas con los avisados es la sabiduría.
12 Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo:
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse:
3 Honra es del hombre dejarse de contienda: Mas todo insensato se envolverá en ella.
1 LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
17 No aborrecerás á tu hermano en tu corazón: ingenuamente reprenderás á tu prójimo, y no consentirás sobre él pecado.
18 No te vengarás, ni guardarás rencor á los hijos de tu pueblo: mas amarás á tu prójimo como á ti mismo: Yo Jehová.
20 Mas decía, que lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre.
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
22 Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez.
23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
4 La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha;
5 No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
29 El que tarde se aira, es grande de entendimiento: Mas el corto de espíritu engrandece el desatino.
11 El necio da suelta á todo su espíritu; Mas el sabio al fin le sosiega.
16 El necio luego al punto da á conocer su ira: Mas el que disimula la injuria es cuerdo.
12 El odio despierta rencillas: Mas la caridad cubrirá todas las faltas.