Humildade

8 Y finalmente, sed todos de un consentimiento, de una afección, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;


12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, y antes de la honra es el abatimiento.


14 si se humillare mi pueblo, sobre los cuales ni nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus caminos malos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.


3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros;


8 Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pide de ti el SEÑOR: solamente hacer juicio recto , y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.


18 Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.

19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.


4 Riquezas, y honra, y vida, son la remuneración de la humildad y del temor del SEÑOR.


12 Vestíos pues, (como escogidos de Dios, santos y amados) de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;


35 Entonces sentándose, llamó a los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.


13 Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión a la carne, sino servíos por la caridad los unos a los otros.


48 Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibiere a mí, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será grande.


23 La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.


33 El temor del SEÑOR es enseñanza de sabiduría; y delante de la honra está la humildad.


8 Chet Bueno y recto es el SEÑOR; por tanto él enseñará a los pecadores el camino.

9 Tet Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.


20 Al Dios pues y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para tener gloria de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.


6 Humillaos pues debajo de la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo,


2 Cuando vino la soberbia, vino también la deshonra; mas con los humildes es la sabiduría.


3 El adorno de las cuales no sea exterior con peinado ostentoso, y atavío de oro, ni en compostura de ropas;

4 sino el adorno interior del corazón sea sin corrupción, y de espíritu agradable, y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.


10 Humillaos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará.


13 ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.


2 con toda humildad y mansedumbre, con tolerancia, soportando los unos a los otros en caridad;


28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios; y lo que no es, para deshacer lo que es,

29 para que ninguna carne se jacte en su presencia.


29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

30 Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.


16 Unánimes entre vosotros; no altivos, mas acomodándoos a los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.